Tomando
en cuenta la definición estricta de "fabula", tal vez pensaríamos que
el director Alex van Wamerdam tenía la intención de crear una historia
moralizadora y con tintes "educativos", pero todas estas ideas se
desvanecen al presenciar durante 113 min. El largometraje ganador a la mejor
película en la selección oficial del Festival de Sitges 2013,
"Borgman".
A Camiel
Borgman, personaje principal, se lo podría describir de muchas maneras,
aprovechado, estafador, asesino, oportunista, etc. pero mientras las acciones
que realiza, van tejiendo detalladamente la trama del film, el único adjetivo
capaz de describirlo sería la de "ente".
Aquello
que presenciamos en los primeros quince minutos de la película nos muestra la
aparente historia de un "vagabundo" fugitivo (por razones
desconocidas) que busca refugio en las casas de un pequeño barrio suburbano
que, por su arquitectura, parecen salidas de un cuento para niños (elementos
mágicos que le dan esa característica de fábula).
Con el
afán de no revelar detalles que arruinen la intriga del largometraje (para
aquellos que aún no la hayan visto) creo conveniente no describir más elementos
de esta fantástica historia. está claro que haber ganado en el certamen de
Sitges, condiciona nuestra mente en tal forma que "esperamos" una
historia de ciencia ficción, lo cual no deja de ser cierto, "Borgman"
es eso, pero va más allá del simple hecho de sorprendernos, poniendo en tela de
juicio conceptos como la relación en pareja, el matrimonio, la "vida
perfecta", etc.
Fábula es
el término que ha servido para describir este largometraje estrenado en el año
2013, quizás se vuelva una palabra bien aceptada por la comunidad mundial y,
esto puede significar el nacimiento de un nuevo género de cine, influenciado
por corrientes anteriores de realizadores que tienen bien definido su estilo.
Pasolini, el italiano conocido por "120 días de Sodoma", tiene una
influencia bastante fuerte en Warmerdam, quien en varias entrevistas se ha
identificado como un seguidor de su filmografía.