Dirigida por la sobrina de Mario Vargas Llosa, este largometraje refleja el trauma y dolor con el que vivieron las mujeres del Perú producto de los abusos sexuales y politicos a finales del siglo XX.
Ganadora del Oso de Oro a la mejor pelicula en el Festival de Cine de Berlin.
PROGRAMACIÓN PARA LA MUESTRA DE ESTE AÑO - AGOSTO 2013
miércoles, 24 de julio de 2013
Las máscaras de Alex
Las consideraciones sociológicas
y antropológicas del largometraje A
Clockwork Orange, son de mucha utilidad para entender las metáforas que
Erving Goffman utiliza en sus teorías, más aun, considerando la intención que
tuvo Kubrick (director del film) al producirla.
Centrándose en la vida de Alex
DeLarge (personaje principal), esta adaptación de la novela homónima de Anthony
Burgess está ambientada en un futuro distopico de Gran Bretaña, narrando los
sucesos de un grupo de amigos que disfruta de la ultra violencia.
Stanley Kubrick enfoca esta
historia tratando de demostrar el futuro no muy prometedor que les esperaría a
los jóvenes como consecuencia de una sociedad enfermiza llena de violencia y
represión.
A más de las consideraciones del
propio director, el largometraje muestra varias etapas de la vida de Alex, que
pueden ser explicados desde un punto de vista antropológico, tomando en cuenta
el concepto de “mascaras sociales” que Goffman defendió en sus obras.
Con padres totalmente sumisos
ante sus caprichos, Alex conforma sus dos principales personajes en la vida
social, siendo El Hijo Amoroso el primero y El Líder Sádico el segundo, estos personajes son denominaciones
personales y no corresponden a ninguna referencia específica, las expongo para
poder facilitar la comprensión, ya que cuando
los individuos actúan en el marco de la vida cotidiana cumplen el papel o rol
que asignan a cada uno de los personajes que representan.
A más de esto, existe una auto
referencia explícita, en el film, a los conceptos de máscaras sociales
desarrollados por Goffman; la utilización de un antifaz propiamente dicho, y de
disfraces totalmente inusuales por parte de todos los miembros de la banda.
Estos elementos demuestran la necesidad de crearse un personaje, por parte de
los jóvenes, para poder justificar y ratificar todos sus actos.
Sumado a esto, está la
utilización de un código personal de comunicación entre ellos, la jerga
ficticia llamada Nadsat, combinación
de vocablos en ruso y en ingles, que corrobora el c compromiso de los actores
sociales con sus personajes representados, tratando de ser convincentes al
extremo, con su audiencia.
Parafraseando, la posición y prestigio que representan los
personajes de los actores sociales corresponden a las consideraciones que tiene
el auditorio de ellas y que podrían ser retiradas en el momento en que la actuación
no resulte convincente (Goffman 1956), esto resulta evidente cuando Alex asume
el papel de líder de sus drugos, sin
que ellos mismos acepten esta condición lo que resulta en la no aceptación o no convencimiento efectivo de la audiencia.
Por otra parte, el personaje de Hijo Amoroso si tiene la suficiente fuerza para resultar
convincente ante su familia, posiblemente por la afinidad parental que poseen
entre ellos siendo factor importante para el convencimiento de la audiencia, lo
que no funciona de igual forma con grupo de vándalos ya que el único nexo con
ellos es el gusto por la violencia social, un nexo disfuncional si se lo
considera en términos de reforzar sus personajes, ya que cada uno vera por su
propia suerte al momento de existir problemas.
Para Goffman, la capacidad de
convencimiento de la audiencia es tan importante como para desestimar y
deslegitimizar toda la actuación que se desempeñe en ese instante, el clímax de
esta catástrofe en la película se muestra con la traición hacia Alex, por parte
de sus compañeros de andanzas, quienes elaboran
una trampa para llevarlo a la cárcel.
A pesar de que todos compartían
el mismo rol de cometer crímenes dentro de sus respectivos personajes, el hecho
de no conformidad con el autoproclamado Líder
Sádico justicia claramente el rechazo total de esa actuación y de tomar medidas para retirarlo inmediatamente de la obra.
Hay que tener en cuenta que todos
los personajes sociales que son creados por los protagonistas del film
corroboran fuertemente las concepciones de Goffman, de que los personajes sociales son creados a partir de las
consideraciones de la audiencia, ya que la violencia causada por el grupo de drugos es consecuencia de una bebida
láctea llena de sustancias narcóticas y estupefacientes que provoca el estado
de euforia con el que cometen los crímenes.
Esta metáfora insertada al
principio del largometraje puede entenderse claramente considerando a la bebida
como la sociedad en sí, llena de todas las falencias que serían los
estupefacientes, y que, a la larga generan actitudes disfuncionales en las
generaciones jóvenes; resumiendo, Alex y su grupo de drugos representan los y las adolescentes actuales, quienes
forzosamente se auto configuran en personajes creados a partir de esa bebida social, siendo para ellos la única
forma de soportarla.
Sin duda alguna, el análisis
sociológico que se desprende de esta película puede generar muchos debates,
pero para efectos de este pequeño vistazo, seguiremos estudiándola desde el
carácter antropológico de sus personajes.
En la necesidad de convencer a la
audiencia, Alex termina por convencerse a sí mismo de su personaje, lo cual lo
conduce a seguir interpretando el mismo papel sin tomar en cuenta la audiencia
a la que se dirija.
Luego de su captura, y
encontrándose en la cárcel de mayores de edad
a pesar de ser menor, las características propias de la personalidad de
un Líder Sádico, continúan
mostrándose frente a los guardias y oficiales del centro de detención.
Esta actitud genera más problemas
y dificultades hacia Alex, quien es golpeado continuamente al considerarlo
insubordinado frente a las órdenes de obedecer todos los mandatos, una
condición típica de los reclusos que se encuentran en esos lugares.
Los guardias representan la
necesidad amoral de cumplir y de dar la impresión de cumplir con las normas que
conlleva sus personajes, ya que según esta actuación
serán juzgados ellos y sus productos por la audiencia, que en este caso sería
la comunidad que se encuentra fuera de la cárcel, y los administradores de la
misma.
Nuevamente la actuación no
convence al auditorio, refiriéndome al joven Alex, lo que desemboca en el
máximo rechazo de la obra que sería su vida. Con el afán de convencer a la
ciudad, el equipo administrativo del centro de reclusión, pone a prueba el método
Ludovico, para el tratamiento de personas violentas.
Este punto del film representa el
total abandono de las consideraciones éticas que podría tener una sociedad; a
medida que el método va teniendo efecto en el personaje, se muestra un completo
reseteo de su personalidad, ya no se
trata de un personaje creado por el actor a partir de las consideraciones del
auditorio, ahora se convierte en un actor en sí creado a partir de las exigencias del auditorio.
Luego de esto Alex se convierte
en una persona totalmente sumisa, incapaz de recobrar sus antiguos personajes
en la vida social, y reprimiendo toda la violencia característica de ello en su
subconsciente.
Conclusión:
Las máscaras que llevamos día a día,
son un apoyo que necesitamos a medida que nos desenvolvemos en la vida social.
A pesar de ser creaciones que
vienen de nosotros, siempre se conforman y se elaboran a partir de las
exigencias y consideraciones que la sociedad nos impone.
Estos conceptos son muy útiles
para entender los diferentes fenómenos sociales que se desenvuelven en la
diversidad de colectivos que conforman una sociedad específica.
Avanzar en estas consideraciones
significaría entender el proceso de elegir
o no determinado personaje y determinar las fuerzas invisibles que se
interesan en esta creación.
Fuentes:
A Clockwork Orange,
1971. Stanley
Kubrick, Inglaterra.
La Presentación de la Persona en la Vida Cotidiana. Erving Goffman.
De Personas, Rituales y Mascaras. Erving Goffman y sus aportes a la
comunicación interpersonal. Marta Rizo García, 2011.
La Sociología de Erving Goffman. Jean Nizet, Natalie Rigaux.
El Enfoque Dramático de Erving Goffman. Aquiles Chihu Amparan,
Alejandro López Gallegos.
La realidad como expectativa auto cumplida y el teatro de la
interioridad. José Ángel García Landa, 2008.